Solucion para la lluvia en Mty

Buen día queridos amigos blogueros.

Antes que nada, una disculpa por no subir nada en estos días, pero ahora si hubo bastante trabajo, así que esta es mi primer chanza de escribir algo, y aquí se los pongo:

La ciudad despertó en medio del caos, ahora no fueron los maleantes ni los balazos, hoy le toco a la lluvia poner la dosis de desmadre que está acostumbrada la ciudad a tener (ahora si que muchos nos preocuparíamos si pasaran 4 días sin desmadre) y si a esto le sumamos que toda la gente volvió a sus rutinas esta mañana fue de locos.

Me desperté media hora antes de lo que lo estaba haciendo me metí a bañar junto con mi hijo el Esteban, porque hoy regreso a la escuela y salimos de la casa a las 7:50am de la casa como dijo Cri-cri caminito de la escuela, imagínate, siempre llego en 15 minutos pero esta vez llegue a las 9 am al CENDI. La carretera a Laredo y avenida San Nicolás eran unos ríos a eso le puedes sumar como 8 carros que no llegaron a sus destinos, la gran “ AGRICULTURA VIAL” y lo bien planeado que hicieron las calles-ríos (BAZINGA!!!) para dar como resultado miles de personas desesperadas y que llegamos tarde a nuestros trabajos, escuela, etc.

Viendo la gran dificultad para manejar en los ríos de la ciudad yo y mi visión emprendedora pensamos en patentar algún mecanismo o dispositivo para hacer los autos un modelo anfibio, pero esto solo seria para la gente de Monterrey, sería el hit, todos en coches anfibios y sin capote y escuchando rolas campiranas (todos ahora escuchan el disco “DESDE LA CANTINA VOL 1” de Pesado chance y lo regalamos al momento de la instalación del dispositivo anfibio-posicionador).

Así ya no habría problemas de llagadas tarde ni carros quedados en estos días de lluvia intensa en los ríos mal planeados de la ciudad. Imagínate, llegue a Ciénega de Flores y no había ni un triste charco, y eso que ellos son los rancheros, todo estaba tranquilo y como si nada hubiera pasado. Por eso la ciudad me cae gordo, aparte la gente te trata muy bien y todos me dicen “primo”.

Maldita lluvia, maldito tráfico, maldito lunes, maldita ciudad…